miércoles, 13 de julio de 2016

FETEVI con la #SeguridadInfantil, inicia la campaña #SRIhasta150

SISTEMA DE RETENCIÓN INFANTIL (SRI) OBLIGATORIO HASTA 150 CENTÍMETROS

Desde FETEVI, la Federación Estatal de Técnicos de Educación Vial,solicitamos la modificación artículo 117 del Reglamento General de Circulación y que se establezca la estatura igual o inferior a 150 centímetros para usar sistema de retención infantil (SRI).


Desde el 1 de octubre de 2015, en aplicación del Real Decreto 667/2015, de 17 de julio (http://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2015-8047), por el que se modificó el Reglamento General de Circulación, los menores de 18 años que no superen los 135 cm de altura deben ocupar obligatoriamente los asientos traseros del automóvil, además de utilizar un dispositivo de retención homologado para su talla y peso. Uno de los objetivos era imponer que los menores que no alcancen esta estatura ocupen siempre los asientos traseros del vehículo, en los que la posibilidad de sufrir lesiones en caso de siniestro es considerablemente menor que al ocupar los asientos delanteros.

Pese a que el artículo 117 Reglamento General de Circulación (http://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2015-8047) establece la estatura igual o inferior a 135 centímetros para utilizar sistemas de retención infantil (SRI), la propia Dirección General de Tráfico afirma que hasta los 150 centímetros es recomendable que los menores sigan utilizando SRI homologados a su talla y peso. Es más, en su guía “Cinturón de seguridad. Sistemas de retención infantil” (http://www.dgt.es/PEVI/documentos/catalogo_recursos/didacticos/did_adultas/cinturon_seguridad.pdf), aunque elaborada anteriormente al cambio de normativa, la DGT, entre otras cuestiones, señala: “No es recomendable de un niño utilice un cinturón de adulto”.

La recomendación de la Dirección General de Tráfico se justifica en que, según normativa ECE R16, los cinturones de seguridad de los vehículos están diseñados para pasajeros a partir de 150 centímetros. De hecho, la norma exige que el fabricante del vehículo mencione en su manual de instrucciones qué medidas de protección deben de emplearse en cada asiento si los pasajeros no alcanzan esta estatura. Aunque resulte evidente que llevar prematuramente cinturón de seguridad de adulto, es mejor que no llevar ninguna sujeción, el propio cinturón puede ser causa de lesiones graves, que hubieran podido ser inexistentes en caso de haber usado un SRI adecuado a su estatura.

A una estatura menor, la banda inferior del cinturón –que debe ir siempre colocada justo por debajo de las crestas ilíacas, es decir, sobre la pelvis o parte superior de las piernas– tiende a deslizarse hacia el abdomen; y la banda diagonal superior –que debe ir sobre tórax y centro del hombro– al quedar demasiado alta, no protege columna vertebral y pone en riesgo cuello, laringe y cara en caso de desaceleración brusca. El riesgo de padecer lesiones internas graves es 232 veces más elevado usando el cinturón de seguridad convencional, que si el niño viaja en un SRI del grupo II-III*.

Foto: Publicada en FeuVert En Marcha
Esto explica que aunque la incidencia del “síndrome del cinturón de seguridad” (seat-belt syndrome) –que en su día se asoció a fracturas vertebrales y graves traumatismos intra-abdominales por el uso de cinturones de 2 puntos– haya ido reduciéndose en personas adultas desde que se usan cinturones de 3 puntos, su prevalencia siga igual en personas de talla baja, personas obesas y niños de entre 5 y 11 años*.

Si bien es cierto que dentro de la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020, se marcó el objetivo de 0 niños fallecidos sin sistema de retención infantil, no menos cierto es que también se propuso reducir el número de heridos graves, dando respuesta a las consecuencias que sufren aquellos que, sin perder la vida, resulten heridos graves y vean sus condiciones de vida afectadas por un siniestro vial. Es por ello que desde FETEVI, la Federación Estatal de Técnicos de Educación Vial, solicitamos la modificación artículo 117 del Reglamento General de Circulación y, como recomienda la propia Dirección General de Tráfico, se establezca la estatura igual o inferior a 150 centímetros para usar sistema de retención infantil (SRI).



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Descarga el comunicado AQUÍ.




viernes, 8 de julio de 2016

APUNTES SOBRE LA CONDUCCIÓN EMOCIONAL,Manuel Nogales, (ETRASA)


“La educación emocional es la respuesta a los retos que nos plantea la Educación y Formación Vial de las personas”
Macintosh HD:Users:maitecanamares:Desktop:CivlOICWgAEVTRL.jpg-small.jpegUna emoción es el estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente, que surge de forma brusca y súbita, influidos por la experiencia. Simplificando, cuando conducimos el ambiente podría ser la situación del tráfico y la experiencia sería la suma nuestras actitudes, creencias, deseos y motivaciones sobre esa situación concreta del tráfico en función de todo lo aprendido y vivido hasta la fecha.
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Insistimos en lo de simplificando porque aunque desde hace unos años se está prestando mucha atención al tema de las emociones y son numerosísimos los estudios sobre “Inteligencia Emocional” –terminó que acuñó Daniel Goleman en 1995–, su aplicación se ha centrado mucho en el ámbito educativo y empresarial, pero muy poco en el tema del tráfico. Fue sin duda por ello que en las pasadas XI Jornadas Estatales de Educación Vial, todos al unísono sintiésemos una emoción básica –ALEGRÍA– cuando Manuel Nogales, en su maravillosa ponencia, nos invitó a reflexionar sobre “Conducción emocional”.


  1. Si las emociones son el motor de la persona, la movilidad también es emocional

Efectivamente si las emociones son intrínsecas al ser humano, se han de tener en cuenta en aras a una movilidad segura y sostenible. Manuel Nogales nos definió la Inteligencia Emocional como “la habilidad para percibir, asimilar, comprender y regular las propias emociones, y las de los demás, promoviendo un crecimiento emocional e intelectual”. Es la capacidad de interactuar con el mundo de forma receptiva y adecuada.

En materia de Seguridad Vial, es evidente que el tráfico genera emociones y nuestros estados emocionales también se trasmiten al ámbito de la conducción, es como una carretera de doble sentido. “Pero el reto no es tener conductores emocionalmente inteligentes –afirmó Manuel Nogales–, sino convertir la movilidad en sí en un concepto emocional. Una persona antes de actuar como conductor, lo ha hecho como peatón, usuario de un vehículo o del transporte público. Por eso al hablar de emociones no podemos centrarnos específicamente en la conducción, lo que sería hablar únicamente de una parte del enfoque, sino abarcando toda la amplitud de la movilidad”.
  1. Las emociones básicas y la Educación Vial. Todo aprendizaje tiene una base emocional.

Las emociones básicas son seis:
AVERSIÓN
ALEGRÍA
IRA
MIEDO
SORPRESA
TRISTEZA
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Pie de foto:
En la película de animación “Del Revés”, 5 personajes que representan cinco emociones básicas ayudan a Riley –la niña protagonista– a relacionarse con el mundo. En el filme no aparece la emoción Sorpresa porque según, Paul Ekman, archifamoso psicólogo asesor de la película, la “sorpresa” es la emoción más corta y aparece puntualmente para dejar paso al resto de emociones (aversión, alegría, ira, miedo y tristeza)

Son tan básicas que, desde la cuna, las compartimos con muchas especies del reino animal –nuestras mascotas también sienten emociones–, pero dependiendo del carácter, de las experiencias vividas, del aprendizaje y de cada situación concreta, las vamos moldeando y adaptando, en función del aprendizaje familiar y cultural. “Si el desarrollo emocional se produce a lo largo de la vida y la Educación Vial se va configurando durante el crecimiento, deberíamos tener estrategias y actuaciones diferenciadas en función de cada emoción básica –explicó Manuel Nogales–.  Es más, si en la actualidad debatimos sobre la formación a lo largo de la vida, sería conveniente que tuviéramos presente las emociones en cada una de sus etapas”.

3. Las emociones afectan a la movilidad porque están incorporadas a lo cotidiano

“Forman parte del ADN de nuestro comportamiento, las emociones determinan nuestras acciones desde que nacemos y a lo largo de toda la vida. Esa es la razón básica y sencilla de por qué también afectan a nuestra movilidad”. Queda claro que las emociones influyen en la conducción por lo que debemos tenerlas en cuenta en la formación de los conductores. Como afirma Manuel Nogales, “no se trata de saber y saber hacer, el muy importante el saber ser”.

4. Hay que trabajar las emociones desde la escuela
Si analizamos la Educación y la Formación Vial, cabría preguntarnos si se trabajan las emociones o, en su caso, se trabajan lo suficiente. “Pocas son las emociones que encontramos en la legislación –dice Manuel Nogales–. Salvo cuando hablamos de los cursos de sensibilización y reeducación vial. Y esto me lleva a la pregunta: ¿Trabajamos las emociones tarde? Es obvio que nunca es tarde cuando se trata de formar y educar, pero quizás lo idóneo será trabajar las emociones desde la base, educar en el control de las emociones a lo largo de la vida de las personas. Creo que la educación emocional es la respuesta a los retos que nos plantea la Educación y Formación Vial de las personas”.

5. La Educación Vial tiene que adaptarse a las Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TICs)

Y ahondando en las emociones, en las XI Jornadas Estatales de Educación Vial dimos un paso más con Manuel Nogales al reflexionar sobre el gran reto de la mejora de la movilidad y la Visión Cero en Seguridad Vial –0 muertos en la carretera–. Porque sin citarlo directamente, nuestro experto apeló a la autoconciencia emocional de los educadores viales: “No cabe duda de que los niños y los adolescentes de dentro de 10 años no serán iguales en cuanto a inquietudes, lenguaje, formas de comunicarse y necesidades de los de hace 10 años. Es por ello que en la Educación y Formación Vial se deberá trabajar con nuevas herramientas, entender la evolución y adaptarnos a las nuevas circunstancias. Porque la movilidad en su conjunto dependerá de las TICs”.

6. Las TICs son el futuro de la formación, incluso, teniendo en cuenta las emociones
Hoy si no lo ves en Instagram, no lo dice Facebook, no buscas trabajo por Linkedin, lo visualizas por YouTube o expresas tu opinión en 140 caracteres (Twitter) es difícil ser tenido en cuenta. Las TICs han venido para quedarse y pueden ser herramientas idóneas para todos los que estamos trabajando en el ámbito de la Educación Vial, para seguir trabajando la formación, la concienciación, en definitiva, las emociones de las personas”.

7. Seguir poniendo emoción en lo que hacemos
Buen humor, optimismo, entusiasmo, sensación de bienestar, empatía… En resumen, ALEGRÍA, nos indujo Manuel Nogales en su exposición final: “Sigamos poniendo emoción en lo que hacemos, en la Educación y en la Formación Vial, porque debemos formar a personas que tengan la capacidad de pensar por sí mismos, de ser críticos, de reflexionar, con valores que contribuyan a conseguir una movilidad segura y sostenible”.
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Nota:
Manuel Nogales Romero es Director de Desarrollo en ETRASA Editorial Tráfico Vial. A lo largo de su carrera profesional ha desarrollado proyectos y coordinado la oferta formativa dirigida al sector de la Seguridad Vial y el transporte. Con enorme competencia emocional, Manuel sabe conectar con la emociones, proyectarlas y contagiarlas.
Para Nogales, todo aprendizaje tiene una base emocional y así nos lo contagió en las XI Jornadas Estatales de Educación Vial. Pinchando en ESTE ENLACE si quieres ver su presentación: “Conducción Emocional”